Mundo civilizado….

Por Ammae

El mundo suele auto adjudicarse una etiqueta “civilizada”, con sus políticas, sus derechos; sus leyes. No obstante, nuestras verdades no se ajustan a sus “narrativas convincentes”, por eso, nuestro voto es para mejorar nuestro país, no su partido. La etiqueta “civilizada” y la brutalidad incitadora del capitalismo han convertido nuestros sueños en productos para su beneficio, acaso ¿nuestro comercio parece insignificante desde su oficina en el pent-house?;

¿En verdad estamos seguro de que la tecnología nos llevara hacia el progreso?, ¿o solo privilegiara a las élites?, el concepto de felicidad hoy se reduce a la acumulación de bienes, mediante el despojo de los ricos pobres que viven de su propia naturaleza salvaje; todos los niños hoy en día tienen derecho a la desesperanza del despojo. En esta “permisividad civilizada” resulta inevitable no pensar dentro de la caja, el amor es libre, sin ningún molde, y pobre del que intente intercambiarlo; “Piensa siempre fuera de la caja”, la caja encierra y aprisiona clases y razas; visibiliza su inestimable violencia, pero nuestras identidades no son un negocio, no tendríamos que esconder nuestro cuerpo de sus estereotipos; por esa razón traemos la minifalda bien puesta. Y al final, ¿qué justificación es aceptada, la de un dios?, la libertad, la ley sobre nuestros cuerpos servirá para evitar y disminuir muertes dolorosas, pues dios ha arrebatado más vidas de las que se perjura prometer, practica abortos, así que saquen su rosario de mi útero.

So most of the times

Por Maya


So most of the times

I would say I’m a pretty bright person, uh

Easy to get along with, you know?

And most of the times, I do smile a lot, I reckon

But then you know, sometimes I’m, hmm, well:

I’m a scary cat.

Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

I’m grumpy. I spit. I wake up on the wrong side of the bed. I’m just… different, apparently.

So many memories are on the floor

And now I hate the cities I don’t belong

Just wanna go back home.

Lejanía que me tiene entristecido.

I just want to go home.

Traven fue el primero que me hizo sentir hasta los huesos que no me bastaba con ser quien era: una niña de ocho años que iba a la escuela, cocinaba y cuidaba a su madre enferma. B. Traven me hizo saber que yo quería ser mucho más, que yo quería vivir muchas vidas, de hombres, de mujeres, de Otros; que yo no era sólo yo, que podía ser muchas y muchos más, mientras leía.

A este mundo vine solita

Solita me voy a morir

Me aferro a la vida antes de morir.

Olvidaba decir que te amo, con todas las fuerzas que el alma me da.

And, i am not throwing away my shot

I’m young, scrappy and hungry

I am no men


REFERENCIAS:

Sonoro

  • IAN, D. (2022). Sometimes I’m [Canción]. Moodswings In To Order.
  • IAN, D. (2021). Scaredy Cat [Canción]. Moodswings In This Order.
  • RM. (2022). Lonely [Canción]. Indigo.
  • Meza, L. (1982). Lejanía [Canción]. Lejanía.
  • Sonyeondan, B. (2022). Lonely [Canción]. Indigo.
  • Lafourcade, N. (2022). Vine Solita [Canción]. De Todas las Flores.
  • Carrillo, A. (1996). Popurrí: Amor Mío / Sabrá Dios / Sabor a mí. [Canción]. La Colección del Siglo.
  • Miranda L. (2015). My Shot [Canción]. Hamilton (Original Broadway Cast Recording).

Escrito

  • Uribe, Sara. (2019). “Mujer leyendo en la escalera”. En Revista Este País, pp. 14-17.
  • Jaime Sabines Gutiérrez (1967) Espero curarme de ti. (párr. 1).

Audiovisual

  • Jackson, P.(Director). (2002). The Lord of the Rings: The Two Towers [Film]. New Line Cinema.

Mi voz

Por Yessica Irala


Soy transparente me puedes oler muy bien

Desde que me presento

No tengo que hablar para darme a entender

Mis ojos te lo dicen todo

Mi boca arrulla lo que pienso

Sabrás que es lo que siento con solo tocar mi piel

No muerdo, ni acaricio

Sólo hiberno todo el tiempo

En mi jaula de almohadas

Dónde nadie sabe la verdad

No tengo voz para decirlo

Por eso vengo y te lo escribo

He deshonrado a mis principios

Nunca he tenido la furia de un león

Siempre tomando el camino corto

Como él me enseñó

Mi voz era uno de los muchos motivos por los que,

siempre que podía, me tenía a su lado,

mi voz de tenor complementa a la perfección su hermosa voz

de soprano.

Entonamos una de las antiguas canciones populares de amor que yo le había enseñado y que seguía siendo una de

sus favoritas.

Mi corazón aletea como una codorniz herida

cuando veo el rostro de mi amada

y mis mejillas florecen como el cielo del alba

ante el sol de su sonrisa

Mi amor

Porque el silencio entre tus brazos se hace dulce

Y mi amor

Porque en tus manos yo me curo los derrumbes

Mi amor

Y por qué el miedo que se esconde entre la gente va acabar

Cuando vean la maravilla que es amar

Se me ocurre que esta vez en las ciudades

Se pare el tiempo en algún beso

Que se burla de la prisa entre las calles

Se me ocurre que esta vez

Ya no estás sola porque el amor

Te va flechar como el rocío que atraviesa las auroras

Se me ocurre corazón que

Estás cambiando porque ahora ves que las estrellas

Son luciérnagas lejanas titilando

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio.

Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo.

Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

Obras utilizadas y citadas:

Canción: Bestia- Hello Seahorse!

Rio Sagrado – Wilbur Smith

Silvana Estrada- Se me ocurre

La palabra que sana – Alejandra Pizarnik.

A la heteronorma

por Mascotas maravilla


El progreso nunca fue exponencial ni universal además no vivo mis sueños, vivo mi realidad; por ejemplo las personas neurodivirgentes son infantilizadas por la sociedad. Los derechos son un privilegio, caminar sola en la calle es igual a peligro parece que el Estado que tiene la obligación de dar seguridad, nos da inseguridad. ¡GOBIERNO TE RECUERDO QUE MI SEGURIDAD VALE MÁS QUE UN VOTO! Por cierto Mi forma de pensar y de actuar no está sujeta a tú campaña. Al igual que mi rutina no está para romperse en esta sociedad capitalista por añadidura si nos organizamos solo avanzamos pocos.

Durante una catástrofe las primeras en perder sus derechos son las mujeres de todos modos la gente espera el mínimo incidente para sacar su racismo. Todo país «primer mundista» dejó un rastro de sangre por ende los turistas tratan a los nativos como paisaje. Nosotras no somos material para su consumo pues bien, libre nací y sola moriré.

Sin embargo compramos nuestros cuerpos y caras para ser aceptadxs en una sociedad en la que si no gustas no sirves, aunque realmente todos los cuerpos son lindos sin importar que; en vista de ello caminamos a través de miradas que nos observan sin empatía y que nos guían a través del odio, en otras palabras vivimos en una sociedad que solo juzga tu exterior sin conocer tu interior y que además no le importa. Aunque mi dignidad no tiene precio tampoco mi género no define mi salario.

Me visto para mí, no para tus palabras obscenas es decir mi vestimenta la escojo yo, no el director. Te sientes agredido cuando escuchas feminismo, te escuchas bien baboso pidiendo el igualísimo. Te consideras hombre feminista pa’ conseguir morrita y luego adiós, hasta la vista.  Mi’jo, mejor piensa a lo que hemos llegado, por no acosar mujeres quieres ser felicitado se nota que les molesta más una x que todxs lxs desaparecidxs. Los hombres nos criaron con miedo pero nuestras madres nos enseñaron a usar nuestra voz para luchar sin embargo las redes sociales nos hacen antisociales. Vendemos nuestro tiempo para ganar un poco de vida.

La moda

Por Valentina V. E.


Hoy es un día en el que decido ver algunas de mis películas favoritas, así que selecciono alguna y le doy play, después de unos cuantos minutos comienzo a escuchar:

¿Estas cosas? Oh, entiendo. Tú crees que esto no tiene nada que ver contigo. Tú vas a tu armario y seleccionas, no sé, ese jersey azul deforme porque intentas decirle al mundo que te tomas demasiado en serio como para preocuparte por lo que te pondrás. Pero lo que no sabes es que ese jersey no es sólo azul, no es turquesa, ni es marino, en realidad es cerúleo. Tampoco eres consciente del hecho de que en 2002 Óscar de la Renta presentó una colección de vestidos cerúleos. Y luego creo que fue, Yves Saint Laurent el que presentó chaquetas militares cerúleas. Y luego el azul cerúleo apareció en las colecciones de ocho diseñadores distintos, y después se filtró a los grandes almacenes; y luego fue a parar hasta una deprimente tienda de ropa a precios asequibles, donde tú, sin duda, lo rescataste de alguna cesta de ofertas. No obstante, ese azul representa millones de dólares, y muchos puestos de trabajo, y resulta cómico, que creas que elegiste algo que te exime de la industria de la moda, cuando, de hecho, llevas un jersey que fue seleccionado para ti, por personas como nosotros, entre un montón de cosas.»

Y, a pesar de no conocer demasiado acerca de la industria de la moda y dejando de lado la escena de la película, realmente me hace pensar que las personas no estamos exentas de adentrarnos en el mundo de la moda.

Nadie sabe quién la hace,

Mucho menos quién la impone,

pero aun así ninguno se opone.

En algún momento hemos sido víctima de la famosa moda […]”

No solo seguimos tendencias, también buscamos autenticidad y comodidad, incluso se ha adquirido un nuevo enfoque en el que diseñadores y consumidores buscan nuevas técnicas y materiales para una Moda sostenible, buscandoeliminar ese ciclo de usar-desechar.

Y aunque la industria de la moda sea inmensa y existan gran cantidad de tendencias y tipo de prendas para distintos gustos, definitivamente mi “hábito” de la moda favorito será acudir a Tik Tok para así consultar cuál será el color que debo usar cada día de la semana, el cual corresponde a la energía astrológica del día.

Creo que así realmente me aseguro de que será un buen día.

Obras citadas:

Película: El diablo viste a la moda. (2006)

Poema: Quien hace la moda. Monsalve, V.

Tik tok: Colores semanales. @violeparisi_

Artículo web: Qué es y cómo reconocer la moda sostenible: conviviendo con el planeta. bbva.com

Retazos de desamor

Por Jimena Miranda


Natalia se pierde en sus ojos de mar

Su voz que la sabe tocar

Lo ve y se estremece y a los diecisiete

Se rompe su fragilidad

“Estás en medio de las vías a punto de abordar el tren de mediodía partirá. Y a pesar de que es muy tarde para esto solo te pediré; si te vas, amor llévate este corazón que no puede vivir si está lejos de ti…”

Natalia maquilla su piel de rosal

teñida de púrpura y sal

espera las tardes con gozo culpable

los juegos de guerra y de paz

“Despertamos apagados por la sombra de la noche. No puedo encontrar las palabras, no puedo encontrar la luz. Quedamos atrapados en la marea y la orilla estaba del otro lado. No hay ninguna otra manera de verlo, arriba o abajo cuando el sol brilla en mi interior”

Y llora porque le tuvo fe, y llora porque no puede con él.

“Si te vas amor enséñame a fingir que no duele este amor porque sin ti estoy mejor, si te vas…”

Y va Natalia

Dejando escarchas de piel

Herida del alma

soltando en su almohada

los sueños que no pueden ser

“Si vas a romper mi corazón destrúyelo en pedazos, porque no lo voy a necesitar tanto como a ti ahora”.

Natalia cansada de amar y perder

le pide al arcángel Miguel

que corte las vendas de aquella fe ciega

que la hace volver a caer

“Se fue apagando el brillo de nuestro mirar. Hoy quedan dos fantasmas que solían amar.”

Y llora porque le tuvo fe, y llora porque no puede con él.

“Nos quedamos atrapados en el camino de ser jóvenes y estar vivos, y no hay otra manera de verlo, arriba o abajo. Y de alguna forma estaré bien”

Y va Natalia

Dejando escarchas de piel

Herida del alma

soltando en su almohada

los sueños que no pueden ser

“Y a pesar de que es muy tarde para esto solo te pediré: si te vas amor llévate este corazón que no puede vivir si está lejos de ti. Si te vas amor enseñame a fingir que no duele este adiós y que sin ti estoy mejor.”

Los sueños que no pueden ser, los sueños que empiezan a arder.

Fuentes:

Vázquez, A. & Vázquez, G. (2019). “Natalia” [Canción]. En Phoenix. Grabadora.

Gómez, J., Vázquez, A., Vázquez A. (2023). “Si te vas” [Canción]. En uno de nosotros. Grabadora.

Genn, A., Hewson, E., Jenkinson, J., & MacMahon, R. (2022). “If you’re gonna break my heart” [Canción]. En Cuts and Bruises.

Sobre metas sueños y fracasos

Por Mayra


“Año nuevo, vida nueva” dice el refrán. Con la entrada del nuevo año, los deseos se multiplican; es un hecho que prácticamente todas las personas se plantean nuevas metas y deseos para un nuevo ciclo de vida, y depositan allí su motivación y sueños. Sin embargo, sólo lo logra el 8% de la población, según las estadísticas. Los científicos afirman que la fecha de vencimiento de los propósitos y metas de cada diciembre es alrededor del 15 de febrero del año siguiente. Un día dando una conferencia una asistente me sorprendió diciendo: “Cuando era niña no hacía lo que me gustaba porque mis papás no me dejaban, de joven no lo intentaba porque me faltaban recursos y ahora de adulta no lo hago porque soy demasiado grande. Pero creo que ahora es momento de creer que puedo hacerlo sin importar la edad o lo que los demás digan”.

Los otros asistentes empezaron a susurrar y después a aplaudir, simplemente y sencillamente dio en el clavo, no necesitamos magia para cambiar el mundo llevamos todo el poder que necesitamos dentro de nosotros.

Homero: Marge, siento como si hubiera fracasado en todo. En el trabajo, en la familia, incluso en la vida misma

Marge: Oh cariño todos pasamos por momentos difíciles lo importante es que sigas adelante y no te des por vencido.

Homero: Pero, ¿qué sentido tiene seguir adelante si todo lo que hago termina siendo un desastre?

Marge: No puedes dejarte llevar por el fracaso a veces, los mayores logros surgen de los momentos más difíciles. Sigue intentándolo y encontrarás tu camino.

Homero: Supongo que tienes razón gracias por estar siempre ahí para mí, incluso cuando me siento como un completo idiota

Marge: Siempre estaré aquí para ti Homero eres mi esposo y te amo, sin importar los altibajos de la vida.

¡Levantate bueno para nada! 🎶 Sí puedes ser el más grande puedes ser el mejor

Puedes ser King Kong golpeandote el pecho

Puedes vencer al mundo, a la guerra

Puedes hablar con Dios, ir a golpear su puerta

Puedes levantar las manos, ganarle al reloj

Puedes mover una montaña

Puedes romper rocas, ser un maestro

No esperes a la suerte

Dedícate a ti mismo y te vas a encontrar de pie en el salón de la fama

Y el mundo sabrá tu nombre

Puedes recorrer la distancia, la milla

Caminar a través del infierno con una sonrisa

Puedes ser el héroe, conseguir el oro

Rompiendo todos los récords que creían que nunca podían batirse…

Referencias:

Nota periodistica: «Los propósitos de año nuevo duran… ¡hasta febrero! » de Daniel Colombo

Fragmento de un libro: Basta de Fracasos de Fernando Hernández Avilés 

Fragmento de un capítulo de una serie: Los Simpson de Matt Groening 

Canción: Hall of Fame versión español de América Raquel Pérez P.

Mamá

Por Valentina Pino Soto


Fragmentos de novelas, autobiografías, ensayos y poemas escritos por mujeres

La idea de llevar a término el embarazo nunca pasó por mi mente. Así que investigué cuáles eran mis opciones para abortar. Busqué en internet «aborto» y encontré varias clinicas, todas en la Ciudad de México. No estaban a mi alcance.

Un milagro, mi hijo es un milagro, decía la mujer de la bata rosa; la prueba de que Dios existe y de que san Judas todo lo puede, hasta los casos imposibles, mira. Y bajó los ojos y sonrió radiante al crío que mamaba de su seno izquierdo: valió la pena el año de rezos, un año entero, sin falta ni un solo día, hasta cuando no podía levantarme de la cama y sentía que me moría de tristeza, hasta ese día le rezaba sus oraciones a san Juditas y le pedía que mi hijo viviera.

Leí gran variedad de métodos siniestros. Perejil en la vagina, lavativas vaginales de Coca-Cola con aspirina y zapote negro, té de ruda, té de orégano, té de anís estrella y picarse el útero con un gancho para la ropa. De clic en clic llegué a un video donde un feto luchaba por su vida gritando «¡Epale, épale mi patita!». Me dio risa y me dio tristeza.

Que mi matriz lo retuviera, que no me pasara como con los otros, que tanto que me cuidaba y que tanto que tomaba vitaminas para al final acabar echándolo fuera, esa sangre que me veía en ropa cuando iba al baño y yo nomás lloraba; hasta soñaba con la sangre, soñaba que me ahogaba en ella, después de años de correr al baño nomás para enterarme de que otra vez lo había perdido: ocho veces seguidas, mana, ocho veces en los últimos tres años.

Liliana venía atravesada. En lugar de que el feto se acomodara con la cabeza hacia abajo, preparándose ya para el nacimiento, ella se colocó en posición horizontal.

Entonces vino hacia mí. Era pequeña y fornida, como yo, pero me sacaba treinta años. Me levanté de la silla antes de que su brazo me rozase y eché a correr y correr por el apartamento, disparada hacia el baño, que era la única habitación con pestillo.

Ifemelu se había criado a la sombra del cabello de su madre, que lo tenía muy, muy negro, tan espeso que absorbía dos envases de alisador en la peluquería, tan abundante que tardaba horas bajo el secador de casco, y cuando por fin le retiraban los rulos de plástico rosa, se esparcía, libre y exuberante, cayendo por su espalda como una celebración.

La mitad superior de la puerta del baño era un panel de cristal esmerilado. Llegó justo mientras yo echaba el pestillo y no le dio tiempo a frenar.

Y Norma asentía y le pedía perdón a su madre y a escondidas lavaba sus calzones manchados de sangre para que su madre no la corriera de la casa, para que no viera que su peor pesadilla se había vuelto realidad, hasta que finalmente un día se dio cuenta de que todo ese tiempo había estado equivocada; que el domingo siete no era la sangre que le manchaba la ropa sino lo que pasaba en el cuerpo cuando esa misma sangre dejaba de brotar.

Atravesó el cristal de un puñetazo para alcanzarme. Sangre, gritos, cristales rotos a ambos lados de la puerta. Esa tarde pensé: «Una de las dos va a morir a causa de este apego»

Y yo a veces a penas, a veces repruebo en serotonina, hablo el idioma errático de la depresión endógena, soy desniveles químicos, kármicos de esa misma abuela que años antes casi se desangró en la tina, en la infancia de mi madre o salió en coche y dijo que nunca volvería, quiero decir que me oscurezco a veces como ella.

La voz de mi madre, más intimidante entre más serena, no admitía reticencia alguna. Incluso el más leve titubeo podría haber sonado a traición.

Cuando la sangre aquella dejaba de manar; lo que le pasaba a su madre después de una racha de salir por las noches enfundada en sus medias color carne y sus zapatillas de tacón, cuando de un día para otro el vientre comenzaba a inflársele hasta adquirir dimensiones grotescas para finalmente expulsar un nuevo crío, un nuevo hermano, un nuevo error que generaba una nueva serie de problemas para su madre, pero sobre todo, para Norma: desvelos, cansancio agobiante, pañales hediondos, cerros de ropa vomitada, llanto interminable, inacabable, infinito; una boca más que se abría para exigir comida y lanzar aullidos; un cuerpo más que vigilar y cuidar y disciplinar hasta que la madre volviera del trabajo.

¿Fragilidad y debilidad? Pero si mi mamá cargaba en la cabeza hasta veinte litros de agua desde el río hasta su casa.

Mi mamá era de Chiapas. Tenía el cuerpo y la cara llenos de pecas. Era honesta. Sabía lo que necesitaba antes que yo.

El soldado vuelve a mirar hacia el asiento de atrás. Rodea el coche y abre el maletero. Luego abre la puerta que hay junto a mí y nos alumbra los pies con una linterna. Entonces vuelve hacia la ventanilla del conductor y le dice a mamá que salga del coche. Se me encoge el estómago; estoy aterrorizada.

Era mi mejor amiga, la única persona a la que le contaba todo. Siempre fue de izquierda y siempre quiso un México mejor. Amaba bailar. Odiaba la cerveza.

Y todo por zonza y ridícula y pendeja, había dicho su madre, por esa costumbre de Norma de arruinarlo todo siempre en el peor momento, y Norma había llorado en silencio todo el camino de regreso a casa.

Mamá sale y Sara y yo nos asomamos por la ventanilla para ver qué está pasando. El soldado la cachea y nos deja marchar. Mamá entra en el coche respirando con dificultad. Permanecemos en silencio durante el resto del camino a casa.

Setenta y ocho, setenta y nueve, ochenta. Ochenta. Dios mío, mi madre tiene ochenta años […] Ahora soy la depositaria de tu vida, mamá.

El eco de la risa de su madre disipó de inmediato su soledad.

Bibliografía:

  • De la Cerda, D. (2022) Perras de reserva, Sexto Piso
  • Melchor, F. (2017) Temporada de huracanes, Random House
  • Rivera, C. (2021) El invencible verano de Liliana, Random House
  • Gornick, V. (1987) Apegos feroces, Sexto Piso
  • Ngozi, C. (2013) Americanah, DEBOLS!LLO
  • Díaz, E. (s/f) Herencia electiva
  • Mardini, Y. (2019) Mariposa, Plaza Janés
  • De la Cerda, D. (2023) Feminismo sin cuarto propio, en Desde los zulos, Sexto Piso
  • Pino, B. [@Bforbarbie_] (28/08/21) Mi mamá era de Chiapas. Tenía el cuerpo y la cara llenos de pecas. Era honesta. Sabía lo que necesitaba antes que yo. Era mi mejor amiga, la única persona a la que le contaba todo. Siempre fue de izquierda y siempre quiso un México mejor. Amaba bailar. Odiaba la cerveza. [Tweet], X.